miércoles, 8 de diciembre de 2010

El sustituto


Cuando el curso está a medias y ya te habías acostumbrado al profesor de turno, hasta le tenías cariño...es un duro golpe. El "nuevo" no explica bien la lección; de hecho, habla para sí mismo, y no se preocupa de transmitir lo realmente importante, ya que es consciente de su condición temporal. Utiliza nuestra ingenuidad para modelarnos a su imagen y semejanza; para aprobar la asignatura es preciso entregar todas las tareas a tiempo, con buena letra, limpias, haciendo uso del mejor papel y de la pluma más cara.


¿Es posible cansarse de estar cansado?


La religión del dos por uno, tiempo limitado, de usar y tirar y ¡ah! con un nuevo sabor sorpresa (probablemente, sabor a fresa) es la que tengo más a mano.

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